1. Cortaremos el conejo en trozos, evitando que los huesos queden astillados, reservándolo a continuación.
2. Rallaremos el tomate en un rallador y lo reservaremos.
3. Pelaremos los ajos, reservándolos a continuación.
4. Lavaremos y picaremos finamente el perejil fresco, reservándolo a continuación.
5. Pondremos un sartén al fuego con el aceite de oliva, a fuego medio, añadiendo primero unos dientes de ajo para que se doren y nos digan cuando el aceite está caliente, para retirarlos y añadir los trozos de conejo, tapando esta sartén para evitar que su aceite caliente salpique y manche toda nuestra cocina.
6. Mientras que se sofríe el conejo en esa sartén, pondremos abundante agua en una olla a calentar con un fuego vivo.
7. Cuando la carne del conejo este perfectamente dorada por todas sus partes le añadiremos el tomate rallado, el perejil picado y lo dejaremos que se rehogue todo, a fuego medio hasta que todo haya ligado entre sí.
8. Cuando esté todo debidamente cocido, pondremos una paella a calentar en otro fuego añadiendo todo el contenido de esta sartén, el arroz, el colorante alimentario y el azafrán, para darle varias vueltas con la rasera dentro de la paella.
9. Añadiremos a continuación a la paella un poco de agua caliente y le aumentaremos el fuego.
10. Comprobaremos como anda de sal, y la rectificaremos añadiéndole un poco más de agua caliente, si fuese necesario.
11. Distribuiremos el arroz y la carne dentro de la paella, tratando que el agua que hemos echado en esta cocción cubra todos los ingredientes, pero sin ahogarlos.
12. Transcurridos los primeros diez minutos de cocción con fuego fuerte, lo reduciremos a fuego medio, controlando a partir de aquí la cocción del arroz, por todas las partes de la paella, e incluso moveremos con ambas manos la paella para hacer que la parte de abajo cocida suba a arriba.
Como mucho, nos valdremos de una cuchara para igualar el arroz y su combinación con la carne del conejo.
13. Cuando esté debidamente cocido lo quitaremos del fuego, y lo dejaremos reposar por unos minutos, antes de servirlo.
14. A la hora de servirlo, evitaremos los platos abundantes para que este se vaya terminando de cocer en la paella, y así poder saborearlo mejor.

Este plato siempre se ha considerado un plato de día de fiesta, y hasta no hace mucho que era rara la casa que no disponía de una jaula con conejos para consumo familiar.

Esta receta admitiría unas tiras de pimiento morrón verde y rojo sofritas, y colocadas en la paella junto con el agua, para que se terminen de cocer y aporten su sabor a este plato.