1. Comenzaremos por lavar y limpiar muy bien las cortezas de los limones, para secarlos a continuación.
2. Rallaremos la piel amarilla del limón, evitando tocar la parte blanca.
3. Introduciremos esas ralladuras en una jarra grande con el tomillo y el aguardiente, para dejar que repose por espacio de unos 8 a 10 días.
4. Pasado ese tiempo de reposo lo colaremos con un paño de tela fino y limpio; y lo colocaremos en otro recipiente limpio,
5. Colocaremos en una cazuela el azúcar y 4 dl. Agua para que cueza ese jarabe, a fuego muy lento, hasta que empiece a hervir. Para dejar que enfríe a continuación antes de mezclarlo con el resto de los ingredientes colados anteriormente.
6. Distribuiremos este licor en dos botellas, introduciéndole en cada una de ellas, una ramita de tomillo, antes de taparlas con un corcho.
7. Dejaremos reposar este licor por espacio como mínimo de unas dos semanas, antes de poder consumirlo. Si bien, se aconseja que repose por espacio de uno o varios años, ya que cuanto más envejece más fuerte esta este licor.

Este licor se puede servir al final de una suculenta comida, y como no acompañado por unos finos hojaldres o pastas de té.